Pubs, cerveza, sidra, ginebra, Pimm´s, Guiness -a pesar de ser irlandesa-, etcétera, las bebidas alcohólicas son parte importante de la vida en Gran Bretaña y la han hecho famosa alrededor del mundo. De acuerdo con la antropóloga Kate Fox en Inglaterra se bebe alcohol antes que nada para desinhibir y como un método para curar lo que ella denomina como la “enfermedad social crónica e incurable” de los ingleses que vagamente se traduce en una dificultad absoluta para socializar.Dentro de la explicación de Fox aparece por supuesto el efecto negativo de las bebidas alcohólicas, “el lado oscuro” del carácter inglés que invariablemente hace noticia en los periódicos de esta nación. Justo en estos días la excepción no se hizo presente gracias a la discusión sobre la necesidad de poner en marcha un programa para combatir la “cultura del consumo de alcohol” y bajar las tasas de accidentes y mortalidad relacionadas a ella.
La propuesta gira en torno al establecimiento de un precio mínimo de 50 centavos por unidad de alcohol, lo que según el Departamento de Salud salvaría unas 3,000 vidas al año. Al momento es posible comprar en algunos establecimientos una unidad de alcohol por 10 centavos, lo que indica que hay bebidas alcohólicas que son más baratas que una botella de agua. Según el reporte presentado por el presidente del Real Colegio de Medicina, una persona bebe hoy en día más de tres veces lo que su contraparte a mediados del siglo XX y casi 10 millones de adultos en Inglaterra beben más de los límites recomendados, por lo que se calcula que si toda la gente
bebiera responsablemente la industria del alcohol perdería más del 40 por ciento de sus ventas.
La propuesta que salió precisamente del Real Colegio de Medicina no ha sido bien recibida por el público en general, y se espera que de ser tomada en serio por el gobierno se produzca una ardiente discusión parecida a la que se dio en torno a la campaña “Smokefree”, que logró introducir en 2007 la ley que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados y en los lugares de trabajo. Esto último no es de extrañar si hacemos caso a K. Fox y entendemos que para los ingleses: “it’s no a six pack is a support group”.

La propuesta gira en torno al establecimiento de un precio mínimo de 50 centavos por unidad de alcohol, lo que según el Departamento de Salud salvaría unas 3,000 vidas al año. Al momento es posible comprar en algunos establecimientos una unidad de alcohol por 10 centavos, lo que indica que hay bebidas alcohólicas que son más baratas que una botella de agua. Según el reporte presentado por el presidente del Real Colegio de Medicina, una persona bebe hoy en día más de tres veces lo que su contraparte a mediados del siglo XX y casi 10 millones de adultos en Inglaterra beben más de los límites recomendados, por lo que se calcula que si toda la gente
bebiera responsablemente la industria del alcohol perdería más del 40 por ciento de sus ventas.
La propuesta que salió precisamente del Real Colegio de Medicina no ha sido bien recibida por el público en general, y se espera que de ser tomada en serio por el gobierno se produzca una ardiente discusión parecida a la que se dio en torno a la campaña “Smokefree”, que logró introducir en 2007 la ley que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados y en los lugares de trabajo. Esto último no es de extrañar si hacemos caso a K. Fox y entendemos que para los ingleses: “it’s no a six pack is a support group”.

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